Las caras de la Verdad. Cap. 6

CAPITULO 6. LAS HERMANAS

África no había pegado ojo cuando los primeros rayos de sol golpeaban violentamente su cara. Se levantó, fue al aseo, se miró al espejo y soltó una lágrima. Fue a la cocina a preparar un café que no bebería pues llevaba sin comer algún que otro día. Sonó el teléfono:
-Buenos días África, soy Begoña Carrasco, te has decidido ya a ayudarme en esto?
-Si, me voy unos días a Palencia con mi familia, no aguanto más esta situación. Quiero alejarme de todo cuanto antes. Lo siento, señoría pero no voy a ayudarla en nada.
-No puedes hacer eso, tu vida corre peligro, no puedes irte.
-¿Mi vida? Mi vida ya no vale nada, jueza.
-Escúchame, África- la jueza puso un tono taciturno- hay algo que no sabes y que te tengo que contar, es algo muy importante y un hilo del que tirar para descubrir la verdad.
-¿A, si?, pues cuénteme…
-No, eso debe ser en persona, esta tarde, a las cinco en la cafetería del parque del sol.
Otra vez los tonos del teléfono indicaban que la jueza había colgado, África empezaba a cansarse de que cada vez que la llamase le colgara.
Pensó en no ir, pero la curiosidad le podía “me vendrá bien oxigenarme un poco, pero esta noche me voy a Palencia” se dijo.
A las cinco, cuando entró en la pequeña cafetería, la jueza ya estaba allí, no recordaba la cara de amargada con esa sonrisa de superioridad.
-Hola África ¿quieres tomar algo?
-Al grano, tengo cosas que hacer antes de irme a Palencia
-Está bien, mira esta foto, ¿Qué ves?
La jueza enseñó una foto en blanco y negro donde salían dos niñas, una más grande que la otra, jugaban en la arena.
-Dos niñas, ¿hasta dónde quiere llegar con esto?
-Seré clara, esta es Bea, la mujer de Laura…
-¿y?
-Y esta otra, soy yo. Beatriz Carrasco es mi hermana pequeña.
-¿Qué? No, no puede ser, no… no entiendo nada, no se…
-Te lo explicaré: Bea siempre ha mantenido una relación con Álvaro, hijo de Laura Sanz. Álvaro estudiaba con nosotras en el colegio, eras vecinos y muy amigos, él iba a mi clase, aunque siempre se ha llevado mejor con mi hermana, que tiene dos años menos (Laura pensó en el día del interrogatorio, a pesar de que la jueza no tenía datos de Álvaro, supo decir su edad). Nuestras familias nunca se llevaron bien, mis padres tenían bastante poder mientras que sus tíos eran unos ladrones.
-Pero, si Laura es su madre ¿Cómo…?
-Lo abandonó, o eso contaban sus tios. Laura tuvo ese hijo una noche en la que ella, digamos que vivió una nochecita intensa. Pero siempre ha sido homosexual, y en su vida como escritora ambigua no encajaba un hijo, y del padre no se sabe nada. Al cabo de unos años, cuando crecimos, yo me fui a la universidad, y cuando volví, sin darme cuenta, mi hermana se había convertido en toda una mujer. Ella trabajaba en un bar, y él se ganaba la vida ayudando a unos albañiles, yo siempre los consideraba muy amigos, pero eran algo más… El día en el que mi hermana abortó estando de casi dos meses, y sin que nadie lo supiera, me di cuenta de que entre ellos había algo más.
-Pero, si Beatriz es su hermana, ¿Por qué la busca con tanta ansia?
-Eso son motivos que ahora no vienen al caso, solo quiero encontrarlos para resolver el caso, nada más, y tu eres la clave.
-¿Yo? ¿Qué tengo que ver en todo esto?
-El padre de tu marido, Isaac conocía a los tíos de Álvaro, de hecho, tu difunto suegro es su padrino. Dado que los tíos de Álvaro no quieren saber nada de él, y que su padrino el hijo de este están muertos, tu eres la única familia que tiene.

El círculo se estrecha, la jueza y la novia de la escritora muerta son hermanas... Algo se esconde detrás del padre de Isaac. ¿Encontrará África a Isaac? ¿Está siendo la jueza lo suficientemente clara? Proximamente, descubriras toda la verdad...

Podeis poner ideas para el final (aunque ya esté escrito se puede modificar) en los comentarios...