Ha llegado es punto, ese momento en el que ya nada ni nadie importa, tan solo yo. Es una lección que muchas veces he vivido pero que nunca aprendo. Dicen que es cosa del karma, de las energías, eso me hace replantearme el sino de mi vida, la verdadera razón de porqué estoy hoy aquí. Seguro que habrá alguien peor, seguro que muchos necesitan ayuda, pero yo ya no puedo dársela, porque en este mundo gobernado por hipócritas no puedes decir lo que pasa por tu cabeza, tan solo debemos limitarnos a consolar a los mártires que lloran mirando de reojo, seres de luz negra que nunca aprenderán que la vida no es una comedia en la que cada uno elige qué hacer, sino que los acontecimientos van tomando nuestro cuerpo, preguntándonos que hacer. Pues bien, este acontecimiento que ahora me interroga no encontrará respuesta, porque el dueño de mi destino soy yo, nadie más me juzgará, ahora, negra, dañina y cortante será la piel que me viste, sin dejar que nadie vea lo que hay debajo, porque las emociones solo se deben mostrar a aquellos que las merecen, sean quién sean, ya que la confianza no entiende de amistades ni familias. Y no estoy hablando de no mostrarse tal como es, sino de reservar lo mejor para los buenos. Muchas equivocaciones me han hecho fuerte, me han sabido mostrar quién soy, a donde voy y de donde vengo, por eso, hoy, en esta noche, me corto los hilos que me convertían en un títere de los demás, descubro mis ojos y miro al mundo por mi mismo, teniendo opiniones, acertadas o no de lo que me plazca. Han sido muchos errores, y yo asumo las consecuencias, pero solo de aquellos que de verdad lo merezcan.Viendo brotar agua de los dos orificios que visten mi cara, me doy cuenta de que la felicidad es una utopía que en mi vida nunca será mostrada, pues es lo que me toca vivir, pero a partir de hoy, a mi puta manera!
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