Tejiendo un nuevo mundo

Voy guardando piedras del camino de la vida, sentados en un banco de la estación, intentando ver llegar razones para entender como fue. Voy almacenando recuerdos a trozos, teñidos de odio y dolor porque nunca fue fácil el recuento de nuestros segundos. Corriendo por pasillos que llevan a un mar en calma, que traga corazones y no los deja escapar. Y cómo perderse cuando no quedan cuevas de refugio de una tormenta que no de deja de llorar. Las medidas son grandes, pero nunca un remedió superó a una enfermedad con la taciturna salida por la puerta de atrás. Queremos ver las caras pintadas, soñamos con reinventar, porque no se debe intentar regresar al sitio en el que antes fuimos felices. Luciendo cicatrices de la lucha por la vida, defensores del viento que nos trae un nuevo amanecer, sobre las viejas montañas cubiertas de grandes vergeles. Mentiras que matan vidas, aburridos en una cárcel por no saber y después no logran querer. Los motivos de nuestra revolución no se nos olvidan, no hay más que saber que en el recuerdo se inspiran mis silencios...