Escribiendo sensaciones

Han pasado más de 7 meses desde la última vez que decidí escribir aquí. Dije que volvía para quedarme, obviamente, era mentira.

La verdad es que leer aquellas palabras de hace tanto-poco tiempo me ha parecido gracioso. Y también me ha hecho reflexionar en que nunca somos lo suficiente maduros, aunque así lo creamos y tampoco estamos lo suficiente preparados para hacer frente a la vida. Pero es ella quien nos enseña, nos muestra el camino y otras muchas, nos lo dificulta, pero "así es la vida".

"Así es la vida" una frase que odio con todas mis ganas. No. No. No se puede dar algo por perdido con esta frase, es de cobardes, gandules, vagos... Todos hemos sido así alguna vez. Claro, que también es cierto que esa frase suele ser un consuelo muy bien cotizado para aquellas metas imposibles que nos rondan en la cabecita. Si, imposibles. Eso de que no hay nada imposible es un tópico como el de que todas las rubias son tontas. Yo, por si acaso doy gracias a Dios por ser moreno... y tener pito.

Luego, se nos presentan ocasiones en las que la razón discrepa con los sentimientos y, como todo hijo de vecino, siempre hay un amigo tocapelotas que te dice "no, hay que luchar por lo que queremos, no te puedes rendir". Y ahí es cuando la vida (oh, gracias) te deja contestarle "tu madre ya lo ha hecho contigo". En la escuela nos enseñan que es el cerebro el que organiza al cuerpo, entonces, ¿porqué coño le damos tanta importancia a un músculo que solo sabe bombear y que es reemplazable por una de esas fuentes de los belenes de navidad?

Seguramente, tu, que estas leyendo esto (enserio lo lee alguien?) has sentido alguna vez la necesidad de arrancar corazón y cerebro al mismo tiempo para que desaparecieran esas dudas que tenemos. No lo hagas. Amigo, estás ante un claro caso de mareodeloscojones (sería un buen hashtag de Twitter) y la única solución que hay es alternar pequeñas dosis de razón y de sangre, de esta manera conseguimos una de las dos posibles soluciones:

1- Mezcla perfecta que hace que aciertes en tus dudas.

2- Mezcla perfecta que hace que falles en tus dudas y quedes como un auténtico gilipollas.

¿Qué hacer para intentar conseguir la solución 1? Nada, esto es cosa del azar, aunque seguramente (experiencia vivida modo ON) te toque la 2, con lo cual, A JODERSE.

La pregunta del millón es si es seguro fiarse de este pequeño artículo de auto-ayuda. La respuesta es NO (como era evidente... o invidente). Pero no porque a mi no me haya funcionado bien (que tampoco), sino porque al final todos hacemos lo que nos sale del alma. Por lo tanto, ignora a amigos, madres o profesores que van de guais, no hagas caso a anuncios que te dan una visión optimista, porque seguramente, después quieran venderte algún antidepresivo.

Y, llevando más de diez minutos intentando saber el porqué de este post, solo diré algo que yo quiero escuchar "el miedo, son los padres".

Dejo una canción del nuevo disco de Amaral, que, si quiero y me da la gana, analizaré esta semana. Sí, si quiero y me da la gana, total, nadie lo va a leer!!!